La creatividad y la innovación se han convertido en el emblema de grandes compañías en su camino hacia la transformación digital.
Hoy en día, la velocidad con que se da el cambio es constante e irremediablemente no hacemos negocios como hace unos años. De ahí la importancia de innovar en nuestras prácticas convencionales, porque un cambio se da en nuestras propias necesidades, en la vertiginosidad con que las cosas se transforman, en la mentalidad y, por qué no decirlo, también en nuestra creatividad.
¿Qué es la innovación?
Para Peter Drucker, “la innovación consiste en la búsqueda, organizada y con un objetivo, de cambios y en el análisis sistemático de las oportunidades que ellos pueden ofrecer para la innovación social o económica”.
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), describe la innovación como “la introducción de un nuevo, o significativamente mejorado, producto (bien o servicio), proceso, método de comercialización o modelo organizativo en las prácticas internas de la empresa, la organización del lugar de trabajo o las relaciones exteriores”.
Bajo esta perspectiva, la innovación se trata de implementar cambios significativos en el producto, el proceso o la organización de la compañía con el propósito de mejorar los resultados mediante la aplicación de nuevos conocimientos que pueden ser desarrollados internamente, en colaboración externa o adquiridos mediante servicios de asesoramiento o por compra de tecnología.
Elementos indispensables para desafiar retos futuros
Apostar por la creatividad y la innovación es uno de los grandes retos al que hay que enfrentarse para avanzar. Sin embargo, dar este paso no siempre es una tarea segura y con garantía de éxito; el miedo al fracaso puede ser un importante obstáculo a vencer, y no hay mejor manera para superarlo que contar con esta posibilidad.
Para innovar hace falta además tener claro qué necesidad se quiere satisfacer, no perderse en el camino, y disponer del conocimiento y los recursos que permitan abordar el proceso, tanto a nivel humano, como técnico, tecnológico o económico, sin olvidar la importancia de la perseverancia y paciencia como factores clave para alzar el éxito en la innovación.
Enfocarse para ser diferente
Tener claro el camino se convierte en el primer paso de una apuesta innovadora donde enfocarse será la clave para diferenciarse del resto de proyectos. Y es que, en un mundo en constante cambio y un ritmo de desarrollo tecnológico abrumador, el foco es esencial.
Por ello, resulta importante orientarse en aquellas áreas en las que podamos ser realmente diferentes, donde tengamos experiencia o que sean parte de nuestra visión estratégica hacia el futuro.
¿Hacia dónde mirar?
La innovación ofrece un abanico de oportunidades hacia el futuro. Hoy en día, existen áreas que se están consolidando por ofrecer grandes posibilidades, destacando entre ellas las actividades relacionadas con el blockchain, el uso del edge computing para acercar procesos de computación a los clientes y las nuevas experiencias inmersivas de realidad virtual y aumentada.
El riesgo, un factor indispensable
Innovar es un ejercicio de riesgo que se debe asumir desde el principio, pero junto a los riesgos también surgen las satisfacciones. Por esto, es necesario contar con las personas adecuadas, y con la confianza y capacidades necesarias para experimentar, ser resilientes e impulsar sus aspiraciones.
Innovación y creatividad. Las claves para crecer están en tu mano. ¿Estás listo?